Los alimentos pueden actuar como estimulantes sexuales, pero también como anafrodisíacos, por lo que conviene saber a grandes rasgos cuáles son los efectos de los más habituales si lo que se desea es que su consumo contribuya a aumentar la libido.
Es sabido que la comida afecta a las sensaciones, y no sólo por sus componentes sino también por el momento en que se toma, el ambiente y las personas con las que se comparte. Una comida grasa, por ejemplo, en un ambiente relajado y al mediodía, nos conducirá seguramente a disfrutar de una buena siesta.
Pero si lo que se desea es que la comida actúa como estímulo para el sexo, habrá que optar por excitar los sentidos en lugar de amortiguarlos. Como principios generales se pueden tomar en consideración los siguientes: los alimentos ricos en grasas y proteínas (por ejemplo, la carne roja, las ostras crudas y el chocolate) son de digestión pesada y por tanto inducen al sueño.
La leche, el queso y la carne de pavo contienen triptófano, un aminoácido que provoca sueño y es, por tanto, inhibidor del deseo sexual.
Las dietas ligeras favorecen la vitalidad y la resistencia, y en consecuencia, la potencia sexual.
La vitamina B aumenta el flujo sanguíneo y favorece la erección.
El calor de una chimenea, una música lenta y sensual, un ambiente de colores cálidos y una comida ligera pero apetitosa, actuarán en conjunto como un poderoso estimulante sexual.
Sin las dosis adecuadas de amor, ternura, romanticismo y deseo, la comida, por muy afrodisíaca que sea, no tendrá los efectos deseados.
El agotamiento y el estrés provocan un mal funcionamiento de las glándulas endocrinas, por lo que ambos son considerados los principales causantes de la apatía sexual, por lo que practicar regularmente ejercicio es indispensable para el mantenimiento de la vitalidad sexual.
La vitamina E, el magnesio, el potasio y el zinc contribuyen a la regulación del funcionamiento hormonal. Por lo tanto, los alimentos ricos en estos elementos (el brócoli, la lechuga, los cereales, el huevo, etc.) ayudarán también a regular la libido.
Para concretar, existen una serie de alimentos cuyas propiedades específicas para estimular la sexualidad han sido ampliamente contrastadas por la experiencia.
Entre estos alimentos se pueden destacar:
- El aguacate. Originario de México, su nombre en nahuatl significa «testículo». Los aztecas utilizaron los aguacates como estimulantes sexuales, probablemente porque también su cultura atribuía a la similitud de formas con los genitales la potenciación de la sexualidad. En la actualidad se incluyen entre los alimentos afrodisíacos por su elevado contenido en vitamina E.
- Las alcachofas. Forman parte de los afrodisíacos con tradición debido a que su forma se asimilaba a la de los genitales femeninos. Sus propiedades excitantes son parecidas a las de los espárragos porque están compuestas de elementos similares.
- El Apio. Debido a su forma fálica, el apio fue utilizado en la Edad Media como un remedio contra la esterilidad de la pareja, y así, las mujeres que tenían dificultades para engendrar confiaban en los poderes del tallo de apio que colocaban bajo sus almohadas. Sin embargo, el verdadero efecto del apio es que aumenta en el hombre el contenido en androsterona, y esto es lo que lo hace más atractivo sexualmente para su pareja.
- El Tomate. Los franceses lo llaman «la manzana del amor». Su poder como potenciador de la libido se debe a su contenido en licopeno, que favorece el funcionamiento de la próstata. Además, por su alto contenido en potasio actúa como estimulante del sistema nervioso central y revitalizante del cuerpo.
- La Cebolla. Quizá sea el alimento con mayor fama de poseer efectos afrodisíacos de la historia. Los sacerdotes del antiguo Egipto tenían prohibida su ingesta debido a su capacidad para excitar el deseo sexual. Tomate (Lycopersicon esculentum).
También existe constancia escrita de su utilización en la Antigüedad en la India, en Grecia, y posteriormente entre los árabes. Y en la actualidad, en Francia, aún se sirve sopa de cebolla a los recién casados la mañana siguiente de su noche de bodas para ayudarlos a recuperar la libido.
- Los Espárragos. Pertenecen al grupo de los afrodisíacos más clásicos.
Antiguamente considerados erotizantes por su forma, como ya hemos visto, el poder afrodisíaco de los espárragos se debe a su contenido en clorofila, minerales y enzimas, que los hacen tonificantes, y a la ligera comezón que provocan en las vías urinarias.
- La Fruta. Algunas frutas, como las cerezas, las fresas, los higos, los membrillos y otras, forman parte del imaginario colectivo en materia de erotismo. Su forma y coloración rojiza han simbolizado tradicionalmente los órganos sexuales femeninos; el anecdotario popular al respecto es muy completo. Como productos frescos y naturales que son, su ingesta garantiza una buena digestión y además tienen propiedades revitalizantes por su aporte vitamínico y mineral.
- Los Frutos Secos. De entre los frutos secos, los piñones y las nueces son los reyes del erotismo. La fertilidad se ha encomendado tradicionalmente a las nueces en los países mediterráneos, y la potencia sexual a los piñones. Junto con ellos, las almendras y avellanas también pueden considerarse sustancias afrodisíacas en tanto que revitalizantes por su alto contenido en proteínas vegetales.
- La Lechuga. La lechuga contiene grandes cantidades de enzimas, minerales y vitaminas y, por lo tanto, es uno de los alimentos considerados más eficaces para la regulación hormonal.
- La Rúcula. Es una planta muy utilizada en Francia e Italia para la ensalada o las pastas y que se conoce desde antiguo en Asia y sur de Europa. Se cuenta entre los afrodisíacos por su contenido en triptófano.
- Las pipas de Calabaza y Girasol. Debido a su elevada concentración en zinc y ácidos grasos insaturados, estas semillas se emplean para tratar las enfermedades de la próstata.
- Los Mariscos. Las ostras, las almejas, las gambas, cualquier clase de marisco se relaciona con el sexo en la cultura mediterránea. Sin contar con que su digestión pesada puede ser disuasoria de cualquier actividad, se cree que el marisco incrementa la lubricación vaginal.-