¿Cómo hacerlo? El Psicólogo de Clínica Santa María Raúl Carvajal explica que “en la tercera edad cambia la visión de vida, los planes y los grandes proyectos. Habitualmente ya se ha dejado de trabajar y se está replanteando la vida”.
Por estas razones esta suele ser una etapa crítica, donde además se debe enfrentar la partida de los amigos y, por sobre todo, de la pareja que por tantos años nos ha acompañado.
“Se quedan absolutamente desorientados, náufragos y perdidos en la soledad. Existe la creencia de que para ser alguien en la vida tengo que hacer cosas, entonces al morir la pareja queda la sensación de que no haya nada por hacer y, por lo tanto, dejo de ser”, explica el especialista.
¿Cómo encontrar consuelo?
El Psicólogo explica que “si tenemos una relación tranquila con la vida, entenderemos que el desafío es el desapego. Entonces por difícil y doloroso que sea la muerte de la pareja, podremos hacer planes, rehacer la vida o, al menos, conformarnos con lo que tenemos”.
Además explica que muchas veces el consuelo se encuentra en el recuerdo de la otra persona y en el honrar su presencia. “Hay que preguntarse: ‘¿qué es lo querría la otra persona para mí?’. De esta manera nos podremos reconectar con la esencia del ser querido y seguir viviendo una vida feliz”.
“Creer en los ritos es muy importante porque nos conecta con la persona que ha partido”, enfatiza, aunque advierte que hay que establecer un límite pues se puede convertir en un tema más obsesivo y ahí hay que consultar a un especialista.
El duelo de perder a la pareja
El Psicólogo expone que, en general, el duelo suele durar un año en el caso de la muerte de alguien cercano. “Durante ese tiempo probablemente la persona va a llorar y estará melancólico. Después de ese periodo se espera que empiecen a aparecer sonrisas al acordarse del ser querido y que se deje de idealizar a quien partió y a verlo en una perspectiva más realista”.
Los primeros tres meses son los más difíciles. “Es un paréntesis en que bajan las energías y no hay ganas de hacer cosas”. Al pasar estas instancias más complicadas es recomendable que el afectado empiece a hacer actividades: unirse a un grupo, viajar, arreglar el jardín, viajar a su ciudad natal o acercarse a hijos y a nietos”, recomienda.
“Es bueno incentivarlos, pero no presionarlos”, advierte el experto. Y es que los hijos tienen la tarea de acompañar a sus padres durante este desgarrador momento, pero nunca ponerles exigencias de ningún tipo y respetar sus tiempos.
Cuidado con los síntomas
No hay que descuidarse, pues tal como explica el especialista: “hay que estar atento ante los duelos patológicos, aquellos que no terminan nunca, porque en esos casos no hay un enfrentamiento real de la muerte sino más bien una negación permanente. Es necesario buscar ayuda en un experto”.
Además, pueden aparecer otro tipo de problemas como trastornos en el sueño, en el apetito, desgano, entre otros síntomas. Todos ellos son normales pues nos encontramos frente a un periodo de adaptación. Sin embargo, cuando se presentan todos en conjunto, podemos estar frente a un cuadro depresivo que es importante tratar.
Consejos para superar la pérdida del ser amado durante esta etapa:
1. Preguntarnos a nosotros mismos qué queremos hacer.
2. Preguntarse qué le gustaría al otro que hiciera.
3. Respetar los procesos: si quiero llorar o irme a la playa solo a recordar, hacerlo.
4. No reprimir nada y respetar las etapas del duelo.
5. Tratar de conectarse con la vida haciendo cosas que nos satisfagan.
6. Dedicar más tiempo a uno mismo.
Para terminar el Psicóloga enfatiza “el pensar que vamos hacia nada genera demasiada angustia. El creer en algo es una fuente de consuelo y que nos ayuda a enfrentar la muerte de mejor manera”.