Hace unos
días leía que a diferencia de otras épocas, en que las personas se unían en
matrimonio o como pareja, con el propósito de procrear y educar los futuros
hijos, dentro de los fines principales de la pareja de hoy se encuentra la
búsqueda de placer y la satisfacción personal y sexual.
Antiguamente,
incluso, las personas renunciaban a sus sueños o su propia felicidad por la de
la propia pareja. No era bien visto que una persona tratara de exigir por su
propia satisfacción. Recordemos que incluso, en muchos casos, los matrimonios
eran arreglados.
Si bien
actualmente cada quien tiene su lugar y la libertad de poder decidir, muchas
veces eso no implica que estén presos de su felicidad y realización. Lo más
triste es que sea por una elección propia, por falta de análisis y deseos de
llevar a cabo una mejor vida en ese aspecto.
En las
parejas tradicionales la relación se medía según criterios de estabilidad, la
pareja exitosa era la que sobrevivía en el tiempo, pero hoy el éxito consiste
en la búsqueda del amor y la satisfacción personal de cada miembro. Si nos dan
a escoger en estos momentos entre la estabilidad y la felicidad individual, la
balanza seguramente pesará a favor de esta última. Y es por eso que quizás muchas
personas simplemente pasan de una pareja a otra, o bien, viven al lado de
alguien dejando pasar la vida y la oportunidad de realizarse plenamente en el
aspecto sentimental.
Platicando
de relaciones de pareja con mi maestro de coaching, Arturo Orantes, y reconocido
por su exitoso taller "Parejas que perduran" y el afamado seminario
"Del miedo al poder", me comentaba que "una pareja no puede
basar su relación en la necesidad, sino en el amor. No se trata de decir que no
podemos vivir sin alguien, o que alguien nos necesita para vivir. Necesitar no
es amar".
La vida
me ha enseñado, he aprendido y asimilado que estar en pareja es compartir, dos
personas que individualmente están completas, quienes tienen diferentes niveles
de realización en varias áreas y juntos desean crear experiencias. Es
imprescindible que para que esto exista, cada quien debe amarse a sí mismo y
reconocerse completo, único y capaz, para poder emprender así un camino en el
que el que compartes el volante con otra persona y por partes iguales, con un
equilibrio constante.
Arturo,
quien es autor del libro "¿Por qué haces lo que haces?" me mencionaba
las 6 motivaciones que debemos tener en la vida y además, cómo aplicarlas
cuando se vive en pareja.
A
continuación te comparto esas 6 motivaciones con el objetivo de que te permitas
analizar qué tan bien lo estás haciendo en tu relación de pareja, cómo podría
ser todavía mejor, qué necesitas considerar para tener una mejor vida a la par
de tu compañero o compañera de vida y que de paso analices, siendo
completamente honesto contigo mismo, qué puedes cambiar, cuánto estás aportando
y hasta dónde estás viviendo plenamente en este apartado tan importante de tu
vida.
Recuerda
que no se trata de tener pareja, solo por tenerla. Se trata de estar bien
acompañado en la vida, la cual solo se vive una vez y cortamente.
Las 6
motivaciones para una mejor vida en pareja son:
1. Seguridad: tu pareja, al igual que tú, busca
un mínimo de seguridad que le permita avanzar en la vida, este sentimiento de
certeza es sumamente importante y por ello que debes preguntarte qué tan segura
se siente a tu lado. ¿Hablas con ella sólo de problemas o de todas las
bendiciones que hay en la vida de ambos? ¿Pones más carga emocional en los
problemas o en las soluciones?.
2. Variedad: como todos los seres
humanos, tú y tu pareja, buscarán la manera de experimentar variedad en su
vida. Las preguntas acá son: ¿qué tanta variedad tiene a tu lado? ¿se la
ofreces en cantidad suficiente? ¿o resulta que encuentra más variedad lejos de
ti? Los problemas de una relación comienzan cuando uno de los dos o ambos,
encuentran mayor variedad con los amigos, en la calle o en el trabajo. No es
que sea incorrecto procurarse variedad fuera de casa, pero, definitivamente la
variedad más abundante y satisfactoria debe tener lugar con la pareja.
3. Significado: quién no desea sentirse
importante y valioso. En niveles tan diferentes todos, todos buscamos
experimentar esa sensación. ¿Qué tan valiosa se siente tu pareja a tu lado? ¿Se
siente importante cuando habla contigo? ¿Le haces saber y sentir que es
especial en tu vida? Hay ocasiones en las que damos las cosas por supuestas y
es entones cuando dejamos de valorar y apreciar a nuestro compañero o
compañera, así como sus dones, sus fortalezas y sus cualidades. Pregúntate si
existen otros entornos en los que tu pareja se siente más valorada que estando
a tu lado. Piensa en su trabajo, en el club que frecuenta, en sus amistades. Es
bueno que tu pareja se sienta valorada en todo lugar y en todo momento, pero es
a tu lado que debe sentirse privilegiada, profundamente valiosa y especial.
4. Conexión: para satisfacer nuestra
motivación de conexión, todos procuramos sentirnos amados y amar. Buscamos
crear y mantener vínculos con otras personas, con la vida, con la naturaleza,
con Dios. De hecho, tu pareja está a tu lado porque busca amar y sentirse
amada. ¿Qué tanto amor recibe de ti? ¿Se siente profundamente amada por ti?
¿Qué tanto le has permitido entrar en tu vida? ¿Es tu pareja tu prioridad
número uno? (Después de Dios, claro está, si crees en Él) La mayoría de los
problemas empiezan cuando alguien o algo la desplaza a un sitio inferior. Lo
ideal es que tu pareja encuentre siempre a tu lado esta conexión profunda de
amor. Saber y sentir son dos cosas muy diferentes y tu compromiso está en
hacerle "saber" y "sentir" que verdaderamente le amas.
5. Crecer: este punto es vital en una
relación. ¿Qué tanto ha crecido tu pareja a tu lado? Hay ocasiones en el que
consciente o inconscientemente una persona puede llevar hacia abajo a su
pareja. A veces ello se debe al miedo de quedarse solo, en cuyo caso el
crecimiento de la pareja se interpreta como sigue: "cuando crezcas
llegarás a donde yo no puedo seguirte: te irás y me quedaré sol@". Se
inicia entonces una labor de boicot para impedirle crecer. Sin embargo, lo
correcto es propiciar el crecimiento propio y el de nuestra pareja asumiendo
una actitud de liderazgo con miras a la constante superación. Incluso debes
inspirar a tu pareja para que crezca, y nunca deberán permitirse ser víctima el
uno del otro o de las circunstancias.
6. Contribuir: ¿Permites que tu pareja haga
cosas para ti? ¿Te muestras receptivo y agradecido cuando te da? Saber recibir
es una forma de dar.
Lo que mi
respetado coach Arturo Orantes manifiesta es que entre más
motivaciones se logre satisfacer en la vida de una pareja, más fuerte y
profunda será la relación.
Así que
ya tienes en tu mano una breve, pero gran guía para analizar y emprender una
mejor vida en pareja.
Y recuerda: ¡Sonríe, agradece y abraza tu vida!