Se pierde
la ilusión de compartir lo que estaba en la mente, quedando suspendido en el
aire aquello que se quería trasmitir, hacer o decir. Se aguarda el momento
preciso que aparece mas tarde o días después.
La espera
mató la emoción, la emotividad se apagó por un tiempo, cuándo por fin se logra
realizar aquellas cosas que se deseaban, ya no se vivirán con la misma
intensidad.
Volverán
nuevas motivaciones, algunas se podrán vivir con el ímpetu de ese momento,
otras con menos intensidad y algunas quedaran sepultadas para siempre, en lo
más profundo del sentir, sin haberlas experimentado jamás.
Tal vez
se espera todo el día la llegada del compañera/o a la casa para abrazarle
y besarle o demostrarle que se le ama de la forma que se sabe
expresar.
Contarle
mil cosas, beber un trago, o pedirle una orientación en algo, pero nada de
esto es posible hoy, porque esta cansado/a, de mal humor o mil cosas por hacer
aún.
IDEAS QUE PUEDEN SER DE UTILIDAD
Explícale
con palabras suaves que necesitas un momento.
Nunca
cometas el error de entrar a la casa como un viento derecho a tus ocupaciones
sin antes regalar a tu pareja un beso, una caricia y preguntarle como está
asi no se sentirá ignorada/o y notará que le vistes y existes.
Cuando te
desocupes, préstale la atención necesaria para que no pierda la emotividad y el
deseo de esperarte en otro momento con sus brazos abiertos, para que se sienta
incentivada/o a gustarle la vida que comparten y te ame siempre un poco mas.
Trasmítele a tu pareja tu entusiasmo e interés cuando siente motivación para
iniciar algo. No le desanimes contrariándole e indúcele a continuar cuándo le
veas vacilar.
Estar
motivado es sentir una fuerza que induce a iniciar con ímpetu proyectos, metas
u otros deseos de forma placentera, en este proceso a seguir, es posible
desmotivarse al no recibir el resultado esperado o no ver las metas
concretadas, a pesar del esfuerzo.
Esto
implica que las personas se sientan, tristes y defraudadas. Sintiendo
impotencia frente a otros anhelos, pierden el deseo y la voluntad de iniciar de
nuevo otros proyectos por miedo al fracaso o ser rechazados. Esto los lleva a
sentir desánimo por todo e incluso a sentir infelicidad, permaneciendo
encerrados en si mismos a la espera de un cambio en sus vidas, que no vendrá
sólo, se debe de ir a buscarlo.
En las parejas es muy frecuente que uno desmotive
al otro, por no acompañarle, escucharle, no estar disponible o no seguirle en
ese preciso instante de emotividad, es común en la convivencia a no sentir los
mismos deseos o no vivirlos con el mismo ímpetu a la vez.