La relación de pareja evoluciona con el tiempo, y lo normal es que así sea, para que no se entre en los terrenos de la apatía o el desinterés. Lo mismo ocurre en el campo de la toma de decisiones, en donde algunas son del resorte de alguno de los dos integrantes de manera exclusiva o tacita, y en otras oportunidades se discute y se toman las decisiones en conjunto, como es el caso de la alimentación de la pareja. Veamos algunos ejemplos:En el pasado histórico, las decisiones sobre los temas del hogar, la decoración, la cocina, es decir los aspectos domésticos, eran del resorte de la mujer. Pero con el ingreso al trabajo, el protagonismo cambia, a veces se delega en alguna persona externa, y en el mejor de los casos se comparte y se distribuyen las labores en forma alternativa. Cada vez más, todos sin importar si es hombre o mujer, pueden encargarse de cualquier tipo de decisión sobre el hogar y la relación de pareja, incluyendo a los temas relacionados con la alimentación de la pareja.Lo mismo podría decirse, de los aspectos relacionados con los autos o los arreglos de la casa, o la pintura o cambio de empaques, las compras mayores, o el manejo del dinero en donde en el pasado lo tradicional era que el hombre llevara el liderazgo en las decisiones. Pero ya no existen temas vedados ni especializaciones en las funciones de la pareja, porque ambos trabajan, ambos se encargan de los hijos, ambos desean protagonismo y cuentan con el mismo valor y desarrollo profesional.En un mundo y un estilo de vida, que tiende hacia la igualdad de sexos, el equilibrio de la relación, compartir y participar en cualquier aspecto de la relación, no existen reglas de quién debe tomar el liderazgo sobre lo que se come, la alimentación de la pareja, a donde se viaja, lo que se consume, lo que se ve en la televisión, los temas de salud, cuántos hijos se tienen, y como se educan. Ya no existen estereotipos ni especializaciones, porque cada pareja debe elegir la manera de tomar las decisiones.Make money blogging Resortes Turno Empaques ProfesionalEstilos y maneras de tomar las decisiones en pareja:Cuando a alguno de los dos, el tema le atrae e interesa más, el otro puede dejarle el protagonismo en la toma de decisiones. Por ejemplo, si a uno de los dos le gusta cocinar, bien podría ser él o ella quien se encargue de decidir el menú del día y las compras relacionadas con la comida, eso sí incluyendo las necesidades y gustos de la pareja, para satisfacerlos y propiciar un buen clima de convivencia. Así podría ser con todo, incluyendo las decisiones sobre las vacaciones, la educación de los hijos, la elección de la casa o apartamento.Cuando a las dos personas integrantes de la pareja, les interesa por igual el tema, se hace necesario definir unas reglas de juego, para debatir y tomar las decisiones. El ideal sería que al escuchar los argumentos de cada parte, se pudiera tomar la decisión más acertada, pero como no siempre funciona el ideal y la cordura, se hace necesario acudir a procedimientos alternativos.Una solución salomónica para tomar decisiones cuando la pareja no se pone de acuerdo, es turnar la decisión, esta vez te toca a ti definir y la próxima a mí, y así sucesivamente. Si es necesario se puede rifar quien comienza.Otra manera de dirimir los conflictos que impiden tomar la decisión, es acudir a un tercero, que en el caso de existir hijos, bien podrían ser ellos, pero también un familiar o amigo imparcial, a quien se le podría escuchar su opinión, sin comprometerlo en la decisión. Porque de hacerlo se podría afectar esta nueva relación de amistad.Por último, aquel que sea más hábil dentro de la relación de pareja, aquel que sea más maduro y tenga un ego menor, podría ceder la decisión al otro, buscando dar afecto, aportar a la relación, y congraciarse con el otro. Con seguridad esta actitud, le beneficiará, porque la pareja al ver el gesto de generosidad, luego le retornara la acción para que tome la decisión en una nueva oportunidad.En las relaciones de pareja funciona muy bien la regla de dar primero para luego recibir, incluyendo la toma de decisiones, sin importar cual sea. Sin importar lo trascendente que aparente la decisión, siempre será superior el deseo de mantener con la pareja una relación armoniosa, y ningún objetivo será superior a este objetivo ulterior. Por ello, intenta debatir, compartir puntos de vista, comunicar tus deseos, pero toma la decisión de ceder el turno al otro, cuando no se pongan de acuerdo. Veras los beneficios que obtienes. La alimentación de la pareja puede ser consensuada si así se desea.