En las últimas décadas, la alimentación y el ejercicio físico se han revelado como pilares básicos en la prevención y tratamiento de enfermedades relevantes como la obesidad y la osteoporosis.Los alimentos, como sabemos, dan la energía necesaria para hacer ejercicio. Por ello, comer lo correcto en el momento indicado aporta al cuerpo lo que necesita para un rendimiento y una recuperación óptimos. Pero no solamente debemos limitarnos a lo que comemos, pues también importa y mucho lo que bebemos, ya que debemos evitar a toda costa la deshidratación.Pero, ¿qué comer? La dieta que debe acompañar a un programa de ejercicio es la misma que se sigue para gozar a largo plazo de una buena salud. Una dieta equilibrada, basada en hidratos de carbono complejos, como por ejemplo pan y pasta integral, cereales, legumbres, pescado, nueces, productos frescos bajos en grasa y aceite de oliva en lugar de mantequilla, ideal para la conservación o recuperación de la salud, además de gran aportador de hidratos de carbono complejos.Una persona que consume gran cantidad de alimentos con un alto contenido en grasa, azúcar, sal y aditivos artificiales puede carecer de algunos micronutrientes como la vitamina C, hierro y calcio, esenciales para obtener energía, fortalecer el sistema óseo y lograr una fácil recuperación tras el ejercicio.En ocasiones puede ser útil tomar complementos vitamínicos y minerales, pero lo que realmente beneficia a largo plazo es mejorar la dieta. No hay píldora o medicamento capaz de aumentar la energía; en cambio, una alimentación óptima maximiza el rendimiento.En cuanto al líquido, sin lugar a dudas el mejor será el agua. Esta deberá consumirse de preferencia a una temperatura fría, pues así llegará más rápido al estómago y será absorbida por el intestino delgado.Las bebidas de electrolitos o isotónicas, también pueden ser consumidas, pero no habrá mejor opción que el agua natural, en todo caso se le puede agregar sal de mesa para consumir el sodio necesario para recuperar la energía.Al hacer ejercicio de pierden líquidos a través de la transpiración y al exhalar el aire. La deshidratación deteriora el rendimiento y hace que se requiera un mayor esfuerzo por parte del corazón, los pulmones y el sistema circulatorio, por lo que es indispensable mantener una toma adecuada de líquidos cuando se practica ejercicios.Los alimentos y la actividad física son uno mismo. Alimentarnos de forma saludable es asegurar nuestro bienestar, y la mejor manera de alcanzar un estado nutricional adecuado es incorporar una amplia variedad de alimentos a nuestra dieta diaria y reducir el consumo excesivo de grasa y sodio.A su vez, el ejercicio o actividad física por lo menos tres veces por semana, te puede ayudar a mantener un peso saludable, a fortalecer tus músculos y mejorar la función cardiovascular.Cuando logramos un balance adecuado entre una alimentación saludable y la práctica de ejercicio en forma regular hemos logrado un estilo de vida saludable que traerá grandes beneficios en nuestra calidad de vida.