"Si vives en pareja...vivirás más"....esa es la conclusión a la que han llegado numerosos estudios científicos; se plantea que los casados tienen un 50% menos de riesgo de sufrir cualquiera de las demencias seniles y, según las estadísticas, los viudos tienen un 20% más de probabilidades de sufrir infartos que los casados. Los números lo confirman: el matrimonio o la vida en pareja es bueno para la salud; en definitiva, vivir en pareja es un seguro de vida, según confirman las estadísticas.
Los estudios concluyen también otros curiosos datos. Cuando se analizan las características de mortalidad, por ejemplo, se ve que incide más entre los divorciados y los solteros. Todo parece obedecer a que el soltero o el divorciado tiene un sistema de vida más irregular que no guarda las normas de convivencia que tiene el casado(a).
Los que más viven –según las leyes de los números– son los casados y con dos hijos.... ellos son los más sanos y los más saludables...
Felicidad y optimismo
No es nueva la relación que existe entre estar enamorado y tener mejor salud, entre otras cosas porque lo que el amor nos proporciona es una mirada mejor sobre el entorno y, por tanto, una mejor calidad de vida. El amor proporciona felicidad, no sólo por estar enamorado, sino por hacer feliz a la pareja. Tratar de hacer feliz al otro nos da una dosis de felicidad que se traduce en una mejor salud. Por eso, ese plus de optimismo que da el estar enamorado es tan importante para la salud.
Más vale solo...
En el amor no todo es bonito. Si la pareja fracasa, las estadísticas dan razón al refrán de que más vale solo que mal acompañado.
Si uno fracasa en el matrimonio y se divorcia, aumenta su riesgo para la salud. Si se vuelve a casar, puede eliminar ese riesgo; pero si reincide, el riesgo aumenta de forma notable. La estadística dice que quien se ha casado varias veces tiene un 40% más de posibilidades de morir pronto.
Por otro lado, la estadística también lo dice: el matrimonio protege a los hombres de la depresión. No les ocurre igual a ellas. Las mujeres casadas no tienen ninguna ventaja: ni les protege, ni les perjudica.
Si quieres ser feliz
La primera norma de expertos norteamericanos para ser feliz incide en que el dinero no puede comprar la felicidad. La cantidad de dinero que uno gana tiene un efecto muy escaso en nuestra felicidad. Cuenta lo satisfecho que uno esté.
Lo importante es saborear cada instante y recordar que la felicidad se compone de las pequeñas cosas de cada día y no de los grandes acontecimientos que se producen a lo largo de la vida.
También es aconsejable descansar de vez en cuando y sobre todo cambiar de actividad un cierto tiempo a lo largo de cada jornada. Y quizá uno de los consejos más interesantes sea que hay que poner buena cara incluso cuando uno no se sienta feliz. Ese mínimo esfuerzo por sonreír nos hace sentir mejor.
Reduce el estrés
La sociología también indica por qué vivir en pareja es mejor: los casados tienen un sistema de vida compartida y una vida más estable que se refleja en el organismo.
La estabilidad emocional es muy positiva para el organismo. Su responsabilidad ante el grupo le hace también cuidarse más.
Por otra parte, el apoyo moral que tiene vivir en pareja no lo tiene la persona que vive sola. Además, la vida en pareja disminuye el estrés.
Lo mejor es compartir
Vivir solo suele ser sinónimo de vida más desordenada: comidas irregulares, a distintas horas, sueño dispar. Hay muchas investigaciones acerca de la vida estable que supone vivir enpareja. También hay estudios acerca del sistema inmune, como el de la Universidad de Ohio, en Estados Unidos, que señala que vivir en pareja aumenta la defensas. La estabilidad influye en el sistema inmunológico.