Los matrimonios entre parejas que ya tienen hijos de relacines anteriores son cada vez más habituales. Los niños o los adolescentes no siempre ven con agrado la nueva situación, celan al nuevo integrante de la familia, lo sienten como un rival y lo rechazan abiertamente. Si esta es tu situación y estás buscando la manera de facilitar la convivencia con los hijos de tu pareja, quizá estos consejos te sean útiles.
1. Respeta por encima de todo la relación entre los hijos y tu pareja
Para los niños es fundamental entender que no has llegado para romper ese vínculo, sino que tu amor puede enriquecer la familia. Muéstrate como eres, deja que te conozcan dentro de sus propios tiempos. Permite que haya momentos de intimidad sin ti. Deben saber que estás dentro de su vida de forma definitiva pero que eso no supone un conflicto ni una amenaza.
2. Respeta la figura de la ex pareja de tu actual relación
Esa persona que estaba antes que tú es el paspá o la mamá de los niños y no hay nada que puedas hacer para compararte con eso. Nunca critiques abiertamente nada acerca de sus costumbres, tradiciones o manera de educar a los niños. Si tienes algún comentario al respecto, espera a estar a solas con tu pareja.
3. Es una buena idea que muestres tu manera de hacer las cosas de un modo divertido
Todo cambio es difícil y los niños son especialmente sensibles a esto. Permite que vean cómo tú resuelves y planeas las cosas alrededor de la casa y deja que ellos interactúen contigo de forma voluntaria y paulatina.
4. Busca intereses comunes con los niños
Acércate a cada uno aprovechando esas cosas que os gustan a los dos. Presta mucha atención a los pequeños detalles que pueden resultar muy significativos para ellos. Todo es importante, desde su platillo favorito hasta el nombre de su mejor amigo.
5. Incentiva el diálogo de los niños contigo
Un paseo distendido, una tarde en el jardín pueden ser el escenario ideal para que una conversación vaya cimentando una relación sólida. Ellos quieren escuchar y ser escuchados por ti. Aliéntalos a que te cuenten sus cosas. Si te cuentan un pequeño secreto, asegúrate de que se mantenga así, secreto. Que depositen su confianza en ti es todo un logro. No los defraudes.
6. Muestra el amor que tienes a tu pareja abiertamente
No dejes de besar o abrazar porque los niños están delante. Los pequeños brotes de celos que surgen naturalmente son algo de lo que ocuparse, pero también hay que considerarlos lógicos, naturales y esperables. Los niños pueden entender que eres un nuevo y estable amor en la vida de su mamá o su papá, les hará bien saber que es amado de verdad y que puede amar.
7. Impón tus normas en tu casa con cuidado y delicadeza, pero con firmeza
Eres la última persona en llegar a la familia pero no eres la menos importante. Es tu casa. Los niños deben aprender a respetarte y considerarte de la misma manera que tú lo haces con ellos. No dejes que pasen por encima de tus opiniones y costumbres solo para evitar un enojo. Si conocen tus normas, será más fácil para ellos saber qué está permitido y qué está más allá de los límites.
8. No intentes que los niños te llamen “mamá” o "papá"
O algún otro apelativo que marque tu estatus en la familia. Tu nombre es lo mejor. Si ellos consideran, con el tiempo y el cariño, llamarte de alguna otra forma, estupendo, pero debe salir de ellos.
9. Participa de la vida social de los niños
Acompáñalos a sus actividades mientras están en tus casa. Preséntate a las otras madres y padres de un modo franco y abierto. Si hay reuniones familiares, únete a los demás incluso si la mamá o el papá de los niños está presente. No se trata de que trabes amistad con la ex pareja pero sí es bueno que tu nueva posición en la familia quede clara. Los niños con patrones familiares definidos se sienten más seguros.
10. Demuestra a los niños que los quieres por lo que ellos son
No porque "te corresponde" quererlos. Ten mucha paciencia, utiliza el humor y la calidez. Aguanta los pequeños problemas del principio, los niños van a probar dónde y cómo son tus límites. Los adolescentes van a desafiarte y a ponerte a prueba. Pero ellos son parte de la vida de la persona que más amas y lo aceptaste así. Merece la pena el esfuerzo por hacer de la tuya una gran familia feliz.